EN SÚPLICA CONFIADA A NUESTROS SANTOS…

• Porque en este tiempo de gracia queremos vivir nuestra vocación de lasallistas, recrear la comunidad lasallista y seguir siendo los educadores de los pobres, San Benildo, maestro de pueblo, comprometido en la enseñanza del catecismo y en la búsqueda y promoción de vocaciones, ruega por nosotros.
• Porque ante las llamadas de nuestro tiempo queremos tomar en serio nuestra formación continua y también la de nuestras comunidades educativas, ya que es condición para cualquier renovación, San Miguel Febres insigne educador y catequista, preocupado siempre por lo intelectual y por lo religioso ruega por nosotros.
• Porque queremos construir una comunidad nueva que nos empuje hacia la esperanza y porque sabemos que es una tarea difícil y exigente, San Muciano María, silencioso Hermano de sus Hermanos, hombre del rosario, de la obediencia confiada y de a serena humildad, ruega por nosotros.
• Porque ante las nuevas dimensiones del mundo querernos seguir cultivando nuestro compromiso más allá de nuestro centro y distrito, Beato Escubilión, maestro de niños, catequista de esclavos, anunciador del evangelio de la libertad lejos de tu patria, ruega por nosotros.
• Porque queremos que nuestros lasallistas mayores, Hermanos y colaboradores, nos ayuden a entender lo que hoy está ocurriendo en torno nuestro, porque queremos que sigan en nuestro corazón y en nuestras súplicas en medio de su cansancio, sus esperanzas, su enfermedades y su retiro, Santos Mártires de Turón, Beatos mártires de Almería y de los Pontones, San Jaime Hilario, todos vosotros que habéis culminado la ofrenda de vuestras vidas en tiempos de tensión y esperanza, rogad por nosotros.
• Porque estos últimos años nos están proponiendo una comunidad nueva, porque necesitamos vivir todos unidos en la misión, porque hemos de renovar nuestra vida fraterna desde la comunidad que ahora compartimos y avanzar así en la renovación, Beato Arnoldo, trabajador enérgico y silencioso, formador de jóvenes Hermanos en un momento de violentísimo cambio en el Instituto, “fiel en hacer bien lo que Dios quiere”, ruega por nosotros.
• Porque en este momento de nuestro distrito y de nuestro Instituto necesitamos trabajar y diseñar entre todos la nueva comunidad lasallista de los asociados, porque necesitarnos sano realismo a la vez que esperanza, Beato Salomón, secretario y documentalista del Instituto, conciencia de los Superiores, mártir de la revolución, ruega por nosotros.
• Porque la vida de todos los días nos está diciendo que la comunidad es la referencia lasaliana más cercana de las personas que se relacionan con nosotros, y porque queremos asumir los criterios y orientaciones del 43 Capítulo General y comprometernos personal y comunitariamente con sus propuestas, San Juan Bautista de La Salle, primer fundador de la Comunidad de las Escuelas Cristianas, esa misma en la que trescientos años después nos creemos llamados a vivir la santidad, ruega por nosotros.

Señor, queremos convertirnos, inspirarnos en tu evangelio, beber en los escritos de la Salle, discernir los signos de los tiempos.
Ayúdanos a descubrir y profundizar en la identidad del lasallista de hoy, que hunde sus raíces en el Bautismo, comprometido en el ministerio de la educación cristiana, que ejerce su misión y apostolado al estilo de Jesús, que busca su inspiración en el carisma de La Salle.
Señor, nos envuelve a veces la inseguridad e incertidumbre; sin embargo, gracias a tu favor, nos sentimos llamados y enviados; queremos compartir fraternalmente la vocación con otros llamados y proclamar y hacemos real la Buena Noticia del Reino entre los hombres y mujeres en nuestra historia.