DISCURSO DEL PRESIDENTE PALACIO
11/11/06 Discurso del Presidente Alfredo Palacio en la Sesión Solemne de los ex alumnos del Colegio San José La Salle
Yo, queridos ex Lasallanos soy Alfredo Palacio, hijo de Alfredo y de Ana María, soy guayaquileño de un hogar modesto, que nació lleno de ideales y de principios. Soy un cristiano católico, nací en esta ciudad Lasalllana, onceava promoción.
Llegué al Colegio San José con el bagaje de ideales y principios que traía de mi familia, pero aquí en nuestro colegio es donde los fortalecí, donde los encumbré, donde me asomé al mundo, donde perseguí la necesidad y la obligación que estos ideales sean capaces de llegar al prójimo, de llegar a nuestro pueblo.
Y no podía ser de otra manera, por la calidad de la Institución y sus representantes y sus maestros, a esos que hoy quisiera nombrar, pido licencia para nombrarlos, con los venerables nombres que nosotros los conocimos: el hermano Pancho, el hermano Tositeo, el hermano Pedro, el hermano Estacio, el hermano Isidro, el hermano Adolfo. Sin ningún tipo de dogmatismo, se sumaron al mundo de los sabios, sin sectarismos, estimulando el pensamiento.
A ellos se añaden profesores seglares, en esa época muy jóvenes, recuerdo a dos colegas médicos, que apenas nos llevaban unos pocos años porque eran estudiantes de medicina y ya eran profesores nuestros, como el doctor Sarracín, como el doctor Tito Rendón, que nos enseñaban todos los días.
Pero no era solamente la materia, era la vida ejemplar, en el caso mío de jóvenes médicos que nosotros queríamos seguir, porque el maestro efectivamente no es el simple profesor, no es el funcionario que estampa la rúbrica en un examen, en un pase de año o en una sanción. El verdadero maestro es el que estimula, el que da ejemplo, que provoca, que incentiva, que estimula los ideales, que fortalece los principios que señala el rumbo, la avidez para salir a la vida.
Eso es el maestro, ese que provoca esos ideales, que luego de allí saldrán los líderes y los aglutinará alrededor de ideales y alrededor de principios. Solamente cuando existe ese horno, cuando existe esa tierra fértil, de allí surgirán los grandes hombres, de allí nacen los virtuosos, de allí nacen los santos, de allí nacen los héroes, los patriotas, de allí nacen los líderes.
De allí, surge el futuro de la Patria, y permanente el Colegio San José La Salle, es esa fragua que está forjando el presente sin perder la tradición de casi 100 años, pero permanentemente es el futuro hacia donde se proyecta la Nación.
El día de hoy, podemos con satisfacción reunirnos y dar fe, rendir la nostalgia de la época escolar, de la pelotita de indor, de nuestras clases de filosofía, de historia, es asomarse al mundo de los sabios, las clases de física en el laboratorio, la química que nos daba el hermano Serafín, esas épocas se han ido.
Debo decirles que como ciudadano y como médico he tenido enormes satisfacciones, se imaginan ustedes a un ex alumno del colegio y luego médico, haber tenido como pacientes a sus maestros, al hermano Pancho de paciente, y juntos con otros colegas peleábamos por su vida hace 20 años y haber hecho que sobreviva. Haber tenido de paciente al hermano Serafín, enormes satisfacciones para un médico y para un ser humano.
Ahora la convocatoria que hacen sus maestros, la convocatoria con la historia que les hace el doctor Sarracín, es irrevocable, tienen compromisos, hemos tenido todas las condiciones ideales, principios, información, formación, elementos, libros, cultura, para forjar grandes liderazgos en nuestra Nación. Eso es algo que no se puede desperdiciar.
Y tenemos en realidad serios, muy serios compromisos en esas obra, toda mi vida ha sido de servicio, así crecí, así aprendí acá, nunca he buscado nada personal, solo por el pueblo.
Para eso estamos, hemos hecho algunas propuestas que es necesario mantener, y si nosotros queremos ser columna vertebral de la Patria, mantengamos esos ideales.
Distinguidos condiscípulos, cuando asumí la Presidencia de la República, encontré la enorme deuda que existía: educación, salud, protección social, reactivación productiva. No había fondos para cubrir, era una mentira, el Presupuesto era un engaño, estaba destinado a compromisos de deuda externa y a otras cuestiones.
De inmediato, cambiamos políticas, para una mejor distribución y para conseguir más fondos, el FEIREP, que producía excedentes del Presupuesto, excedentes para recomprar deuda, pagar deuda, el Presupuesto ya destinado a pagar deuda. En el FEIREP, 70% recompra de deuda, lo cambiamos, no recompra de deuda mas que cuando sea necesario y lo que teníamos que hacer era simplemente reactivación productiva, salud, educación, investigación científica que no había.
Queridos compañeros tienen ustedes una enorme responsabilidad, ¿saben ustedes que importante es la investigación científica para nuestro pueblo? Si esos hombres nos formaron aquí investigadores, científicos sociales, como buscar la realidad.
¿Cuánto invierte América Latina, el 1.6% de lo que el mundo invierte, Estados Unidos y Canadá 38%, Europa 28%, América Latina 1,6% que es el 0.58% del PIB latinoamericano, como vamos a progresar?, ¿quién es el dueño de este siglo? Y dentro de eso Ecuador decía 0.0%8, no señor en el 2004 era 0, no invertíamos; para el 2005 ya conseguimos 8 millones de dólares, en el 2006; 40 millones y esto va a seguir progresando gracias a la conversión del FIEREP a la CEREPS, pero hay que mantenerse alerta para que nadie lo cambie
Cambiamos la Ley de Hidrocarburos eran contratos infames, ¿saben ustedes como se repartían la plata del petróleo? Se repartía así: 82% para las compañías de afuera y 18% para Ecuador, precio del barril de petróleo 15 dólares, 12,50 para los de afuera y 2,50 para nosotros. En ese 12, 50 estaba comprendida la inversión, los trabajos de exploración y ganancia justa, pero sube el barril de petróleo y el 12,50 se transforma en 48, ¿algo de eso para Ecuador? nada todo se iba a afuera, había que cambiarlo.
Distinguidos amigos tomar esa decisión a favor del pueblo ecuatoriano no es algo que yo improvisé, no es algo que lo venía pensando un tiempo antes, es algo que se me impregnó en la piel, en el corazón y en el alma, en el espíritu de justicia que yo aprendí en este colegio.
Ser valiente, sin ostentaciones, sin grandes publicaciones, simplemente obrar de acuerdo al espíritu de justicia, eso significó ya para el 2006, para el segundo semestre, ya significó del 1, Ley de Hidrocarburos, 300 millones y de la otra justicia que establecimos en el Bloque 15 porque teníamos toda la razón para hacerlo, eso 600 millones más, 900 millones de dólares, ¿como podíamos haber tolerado el silencio que se venía guardando?, las escuelas estaban desatendidas, los hospitales cayéndose, los médicos mal pagados, los profesores sin ganar adecuadamente, cuando deberían ser los que más ganan y nos quejamos de lo que pasaba pero guardábamos el silencio de donde estaban esos recursos, eso estaba ocurriendo, era el mayor acto de corrupción que existía en este país.
Había que denunciarlo y cambiarlo, combatido ese acto de corrupción 1.800 millones de dólares y lo hemos protegido con una Ley para que no se pueda despilfarrar ese Presupuesto, hemos señalado a dónde debe ir; a la reactivación productiva, salud, educación, así esta destinado por Ley, no lo decidí yo, lo mandé al Congreso y esta en la Ley. Pero eso si llega a haber un poco de estabilidad en el país puede cambiar, por lo tanto es nuestra obligación moral de todo el país, pero particularmente para nosotros, a esta élite intelectual, académica, a esta fraternidad, tiene que ser uno de los grandes motivos, que teniendo ideales, teniendo principios, apliquemos las enseñanzas de Sarracín, y podamos construir a esos líderes que necesita la Nación, con principios, con ideales y con esa formación que él ha señalado.
Existen buenos resultados, efectivamente los dos candidatos finalistas son Lasallanos, pero no eran los únicos candidatos, habían otros candidatos Lasallanos, de manera que nosotros, no es que estamos destinados a ser una agrupación política, pero sí a defender los intereses de la Nación.
Para eso tenemos que organizarnos, tenemos que seguir los consejos, la senda que está trazando este ilustre, el doctor Landivar, él está señalando con claridad, organicémonos, a un pueblo organizado no lo engaña nadie. Hagamos la asociación, conformemos ideales, pero empecemos ahora, ahora que podemos, y ahora que la historia nos necesita
Compañeros Lasallanos.
Sábado, 11 de noviembre de 2006
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